miércoles, noviembre 22, 2006

DELIRIUM TREMENS

La gigantesca polilla volaba torpemente al rededor de la ampolleta proyectando grotescas sombras sobre las murallas del sucio departamento que alquilaba Gustavo. Este se encontraba sentado en el desvencijado sofá, hipnotizado ante la luz de la TV, mientras bebía su botella de wisky barato. Su reloj marcaba las dos y cuarto de la mañana y totalmente borracho decidió bajar hasta el bar que se encontraba a muy pocas cuadras del edificio. En ese lugar conoció a un tipo de mala catadura, sin embargo luego de unos tragos, lo invitó a su departamento para continuar la juerga. Al rato los hombres sostuvieron una acalorada discusión. Gustavo tomó un cuchillo.
Lo que sucedió después para el fue un misterio.

Al día siguiente se despertó con una resaca espantosa, y recordando muy poco de lo acontecido esa noche. Levantóse a duras penas del viejo camastro y como un sonámbulo encaminó sus pasos hasta el refrigerador en busca de comida congelada, hace días que no probaba bocado, y algo para beber. Con mano temblorosa cogió un botellín de cerveza fría, pero lo que vio al abrir la puerta del congelador le hizo lanzar un alarido de horror. En su interior se encontraba nada más y nada menos que ¡una cabeza humana! La botella de cerveza cayó al piso haciéndose añicos y Gustavo quedó paralizado ante el macabro hallazgo. ¿Que demonios hacía una cabeza en el congelador? ¿Cómo habría llegado hasta allí? ¿Será conveniente dar aviso a la policía? Estas y mil interrogantes más atormentaban su mente.
Luego su mirada se dirigió hasta un cuchillo de cocina que bañado en sangre yacía en un rincón. Al rato contempló con pavor como unos inmóviles pies calzados con zapatos de gruesa suela asomaban desde bajo la cama.
Su mente intentó recapitular los acontecimientos acaecidos esa noche, pero sin éxito.
Cuando Gustavo bebía se transformaba, incluso muchas veces se había liado a golpes, pero esta vez había ido demasiado lejos. No solo había dado muerte a un hombre, sino que le había arrancado la cabeza, sin embargo era incapaz de recordarlo.

Una luz verdosa se colaba por las persianas iluminando tenuemente la habitación casi en penumbras y Gustavo con su cabeza hundida entre las manos no lograba dar crédito a lo sucedido
-¡No, no he podido ser yo el que a cometido tan salvaje crimen! – gimió.
Luego intentando mantener bajo control los espasmos, provocados tanto por el terror como por el excesivo consumo de alcohol, bajó a duras penas los cinco pisos que lo separaban de la planta baja y caminó hacia un parque cercano para tratar de serenarse, pero fue en vano, sentiase observado como por miles de ojos acusadores, así que resolvió volver al departamento con la idea de borrar los rastros del sanguinario crimen.
Entro nuevamente en el departamento oscurecido por las persianas, y cuando se disponía a extraer el cuerpo bajo la cama, notó que este ya no estaba allí.
-¿Que diablos esta ocurriendo? se preguntó, secándose con el dorso de la mano el sudor que le corría a mares por la frente.
De pronto una voz proveniente de un rincón terminó de destrozarle los nervios.
- ¿Cómo esta la resaca? –
Gustavo se volvió para ver como el hombre al que había decapitado ahora sostenía su propia cabeza entre las manos y era la misma cabeza la que le hablaba.
-Escúchame bien pedazo de mierda, lo que ahora vas a hacer es salir al balcón y lanzarte.-
Gustavo, aterrorizado y emitiendo un horrible grito, se lanzó a través de los cristales cayendo estrepitosamente sobre el asfalto poniendo fin a su vida y terminando así con las más abominables alucinaciones provocadas por el delirium tremens.
FIN
C.B.G.

Etiquetas: